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miércoles, 30 de marzo de 2011

Terminé el colegio…. Y ahora?



¿Se puede realmente afirmar que los adolescentes se están adaptando a los grandes e inmediatos cambios que nos trae la actualidad?
En apariencia pueden mostrarse llenos de ganas de hacer cosas y muy activos, pero existen también muchos adolescentes desadaptados que buscan aislarse porque no soportan el caos, la velocidad de los cambios y no pueden sobrellevar las situaciones diarias.
En definitiva, los adolescentes ahora sienten que tienen que correr para adaptarse a los cambios y aparentemente se adaptan, pero la velocidad de los cambios implica para ellos también una serie de expectativas que permanentemente sienten que no llegan a cumplir. Cuando se dan cuenta que no pueden con todo, se presentan en ellos una serie de angustias profundas.

Ahora, una de las tareas del adolescente es la des-idealización de los padres. Sin embargo, al haber una des-idealización masiva actual - el padre no tiene la capacidad tecnológica que tiene el hijo, el padre no está al ritmo del hijo – puede presentarse la sensación de carecer de modelos adultos que sean referentes de seguridad y fuerza que permitan al adolescente sentirse con cierta base para poder luchar y diferenciarse, con el fin de construir su identidad. Ante esto, surgen nuevos referentes: las maquinas y sus modelos de inmediatez, renovación constante, innovación. Así como puede ser el modelo de “la estrella de Hollywood” o el yuppie con mucho dinero sin mayor esfuerzo.

Podemos ver que la línea de conexión de estos nuevos referentes es la urgencia, en donde tomarse un tiempo para pensar, analizar queda por debajo de la necesidad de “ir en contra del tiempo”.

Por otro lado, el adolescente de hoy siente mayor libertad en todos los ámbitos, a comparación del adolescente de hace 10 años, probablemente porque a los padres les incomoda o no saben cómo ubicarse en su rol de padres. La gran desventaja de esta sensación de libertad que pueden sentir los hijos adolescentes es que generaría una gran sensación de vacío, de confusión, de no tener nada fijo y suficientemente fuerte y seguro de dónde asirse.

Una de las pocas preocupaciones que pueden compartir padres e hijos adolescentes es la percepción del futuro. Es decir, los padres, por lo general, se angustian al sentir que sus hijos viven demasiado en el presente sin considerar el mañana, sin prever. El hijo adolescente piensa continuamente en ser exitoso y adinerado en un futuro, pero le cuesta exponer el proceso para llegar a dichas metas.

Hasta hace unos 10 ó 15 años, los padres pensaban y esperaban que sus hijos siguieran ciertas profesiones – Medicina, Derecho, Ingeniería. Actualmente, cada uno hace y deshace según sus propios criterios y sin dar mayores explicaciones. Esto sería sumamente beneficioso siempre y cuando los adolescentes no se sintieran perdidos, confundidos ante tantas y tan variadas cantidades de estimulación y salieran más maduros de los colegios.

BUENO, EL ADOLESCENTE EN ALGUNOS CASOS CUANDO TERMINA EL COLEGIO NO SABE QUE HACER, YA QUE PARA EL ES DIFÍCIL ACEPTAR QUE LAS COSAS YA NO VAN A SER FÁCILES, AHORA TIENE QUE AYUDAR A SU FAMILIA EN LA CASA , PREPARARSE PARA INGRESAR A LA UNIVERSIDAD Y MUCHAS OTRAS COSAS, SE SIENTE DESESPERADO Y NO CREE PODER HACERLO Y CARGAR CON TODO, TIENE QUE PENSAR EN LO QUE ES BUENO Y LO QUE LE PUEDE VENEFICIAR, DEBE DEJAR ATRÁS LAS FIESTAS, LAS SALIDAS DIARIAS CON LOS AMIGOS.
ATENTAMENTE KARLA VÁSQUEZ.

1 comentario:

  1. Para que no ocurra en los jóvenes el dilema de que no saben qué hacer con sus vidas en el término de su etapa escolar, es preciso que aprendan desde pequeños a conocerse y potenciar sus habilidades, porque son estas habilidades las que les darán una vida feliz en el futuro.

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