Hay también una serie de creencias espirituales o sobrenaturales sobre la suerte, variando ampliamente de unas a otras, aunque la mayoría coinciden en que puede influirse en la suerte con medios espirituales realizando ciertos rituales o evitando ciertas situaciones.
Una de estas actividades es la oración, una práctica religiosa en la que esta creencia es especialmente fuerte. Muchas culturas y religiones de todo el mundo ponen un especial énfasis en la habilidad de las personas para influir sobre su suerte por medios rituales, a veces incluyendo sacrificios, presagios o hechizos. Otros asocian la suerte con un fuerte sentido de superstición, es decir, una creencia de que ciertos actos tabú o benditos influencian la forma en que la suerte les favorecerá en el futuro.
Carl Jung definió el principio de sincronicidad como la «ocurrencial temporalmente coincidente de sucesos acasuales». Jung describió las coincidencias como un efecto del inconsciente colectivo.
Las religiones judeocristiana e islámica creen en la voluntad de un ser supremo más que en la suerte como principal influencia en los sucesos futuros. Los grados de esta divina providencia varían ampliante de una secta a otra, pero la mayoría la reconocen como una influencia parcial, si no completa, sobre la suerte. Estas religiones, en sus primeras etapas de desarrollo, contuvieron muchas prácticas tradicionales por sus razones. Todas ellas, en diferentes épocas, aceptaron los presagios y formas prácticas de sacrificios rituales para adivinar la voluntad de su ser supremo o para influir sobre su favoritismo.
Las religiones mesoamericana, como las de aztecas, mayas e incas, tenían creencias especialmente fuertes sobre la relación entre rituales y la suerte. En estas culturas, el sacrificio humano (tanto de voluntarios como de enemigos presos) era considerado una forma de complacer a los dioses y ganar sus favores para la ciudad que ofrecía el sacrificio. Entre los mayas, que también creían en las ofrendas de sangre, los hombres o mujeres que querían ganarse el favor de los dioses para atraer la buena suerte se hacían cortes y vertían su sangre sobre el altar de los dioses.
Muchas religiones africanas como el vudú y el hudú tienen fuertes creencias en la superstición. Algunas de ellas incluyen la creencia de que terceros pueden influir en la suerte individual. Las chamanes y brujas son amados y temidos por su habilidad para proporcionar buena o mala suerte a los que viven en pueblos cercanos a ello COMENTARIO:LA SUERTE BUENO CASI TODAS LAS PERSONAS GREEMOS EN LAS SUERTE PERO EN REALIDAD NO EXCISTE SOLA MENTE ES UN PENSAMIENTO DE CADA PERSONA EN LO QUE LE SUSEDE Y DICEN QUE ES SUERTE.ATENTAMENTE:RIOS OJANAMA KATHERIN
CLARO LA SUERTE ES ALGO QUE ESTA EN NUESTRA CABEZA EN CUALQUIER ACTIVIDAD DIARIA QUE HAGAMOS, PERO PARA LOGRAR UN PROPOSITO ES A BASE DE ESFUERZO. ATTE : Blanka Quispe
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